
Para reunir las botellas, el profesor de física y matemática Tomislav Radovanovic, de Kragujevac, contó con la ayuda de sus antiguos alumnos.
Las paredes exteriores de la casa fueron construidas con botellas de dos litros. Para las paredes interiores Radovanovic utilizó botellas más pequeñas, mientras que para las del baño usó envases PET.
También las ventanas son de plástico, en lugar de vidrio. Sólo los cimientos de la casa son de cemento.
El ciudadano serbio tardó cinco años en erigir la construcción.
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