20/11/07

Solar Impulse, un avión a energía solar

Al concluir la primera etapa de la concepción del aparato con el que piensa dar la vuelta al mundo en 2011, Bertrand Piccard presentó un modelo reducido del futuro prototipo.

Para el piloto y aventurero suizo, el Solar Impulse "no es solamente un avión, sino también una visión del desarrollo sostenible". La primera prueba de la nave está anunciada para el 2008.

Los avances del proyecto del avión solar fueron mostrados el lunes (05.11) a los medios de comunicación en la base militar aérea de Dübendorf (Zúrich).

Bertrand Piccard y André Borschberg, responsables del proyecto, develaron un modelo reducido, de 61 metros, del prototipo del futuro avión.



Celdas solares

Hay que disponer de un ala lo más grande posible para instalar en ella celdas solares, explicó André Borschberg. El prototipo dispondrá de 200 m2 de las celdas solares capaces de producir 30W por m2; es decir, el equivalente de la energía necesaria para encender 200 bombillas en un árbol de Navidad.

Para hacer volar un avión con tan poca energía, "debemos empujar todos los límites. Es un nuevo territorio en materia de aviación" que requiere nuevas soluciones, sin reinventar por eso el ala, declaró André Borschberg.

Proyecto internacional

Esta primera fase del proyecto, con un equipo de una treintena de personas, permitió reunir 65 millones de francos. Pero el coste total del proyecto rondará los 130 millones.

Falta encontrar un patrocinador principal. Será probablemente extranjero. "El proyecto era suizo al principio, ahora es un proyecto internacional", subrayó Bertrand Piccard.

Control y estabilidad

Actualmente, el principal desafío es el control y la estabilidad del avión. La primera prueba de vuelo en 2008 será como "la hora de la verdad": permitirá verificar si son realistas las simulaciones efectuadas desde hace varios meses en computadora.

Se efectuará a apenas algunos metros de la pista, en Dübendorf. Las pruebas siguientes se celebrarán en Payerne, en el cantón de Vaud. Para el primer vuelo, de 36 horas, aún no ha sido escogido el sitio, precisó Bertrand Piccard.

El aparato definitivo medirá unos 80 metros. En 2010, antes de lanzarse alrededor del mundo, Bertrand Piccard intentará primero una travesía del Atlántico.

Para el aventurero del cantón de Vaud, lo peligroso no es pilotar el Solar Impulse, sino creer que se podrá continuar consumiendo petróleo y contaminando como hoy. "Solar Impulse no es un peligro sino la esperanza", añadió.

via Swissinfo